Estoy escribiendo el libro “Seminario para la Vida” que hoy comienza a darse nuevamente en la Parroquia Patrocinio de San Jose en Buenos Aires.
Aqui un adelanto del texto.
Una palabra sobre Sanación y Perdón
o Perdon para la Sanacion
También podría decirlo así. Los que buscan sanación la encontrarías más pronto si Perdonan. Y los que Perdonan, se encuentran en el camino de la verdadera sanación.
Administrar bien la salud, es también un tema espiritual.
Algunas enfermedades podrían ser de nuestra responsabilidad.
Algunas enfermedades podrían ser de nuestra responsabilidad.
¿Has pensado que, en vez de pedir sanación, deberías primero pedir perdón?
En efecto, somos Tres en Uno. Cuerpo, mente y espíritu. Somos imagen y semejanza de Dios. Podes decírtelo a vos mismo en voz alta:
Soy Trinidad
llamada a la unidad de vida, en el Amor.
Soy una gracia que requiere una respuesta responsable de mi parte.
Soy una realidad y una tarea.
No vale dilapidar la salud, irresponsablemente y después pedirle al Señor que nos sane de los excesos de los que fuimos responsables.
Administramos mal nuestro tiempo que es regalo de Dios, cada vez que ponemos cosas o personas por encima del que nos regala cada instante de la vida…El famoso…”no tengo tiempo para las cosas del espíritu”, es una pésima elección que no deja de traerte consecuencias negativas en tu salud, física, mental y espiritual.
Administrar mal lo que comemos o bebemos trae similares consecuencias. Ni hablar del tabaco o de similares adicciones.
En mi experiencia, caminando mi vida y ministerio, con diferentes grupos humanos, he visto como “manejamos mal las distintas áreas de nuestra salud”, física, mental o espiritual. Quizás algunas personas tienen mas claro el tema de la salud física, unida a una alimentación saludable y la actividad física, por ejemplo. Pero son los menos los que buscan y consiguen administrar bien sus emociones, en pro de una salud mental adecuada.
En general, no hemos recibido esta ayuda en la formación de la casa o de la escuela.
Siendo, así las cosas, es curioso como pocos pueden admitir que necesita ayuda para lograr un equilibrio sicológico adecuado o a veces también medicación necesaria. Sin duda es un parecer regado por la ignorancia, que también estamos invitados a superar. Pensamos que todos somos sanos mentalmente y esto no tiene por qué ser siempre así.
A mucha gente que busca sanación, le recomendé el tema del Perdón, ya sea personal o hacia otros y les funciono bien en su proceso. Reflejo de como el Perdón, les trae sanación o de como la falta de Perdón los mantiene en enfermedad.
Ahora bien, si entendemos la sanación plena como el camino de la salvación y no como un “sana, sana” que te haga funcionar bien alguna parte de tu mente o tu cuerpo. Sería muy factible entender, por esa misma causa, que el Señor puede tener planes mas elevados para nosotros, sin curarnos puntualmente de alguna dolencia, física o mental. Es decir que Dios sabe mucho más que nosotros, lo conveniente que puede llegar a ser, que no nos curemos temporalmente en pos de una salvación total.
Dicho de otra manera, he visto como hay gente que permaneces en Dios, a través de una enfermedad y como algunos se perdieron por estar sanos. Lo digo, por ser testigo de algunas sanaciones físicas, que no se correspondieron luego en la vida espiritual de las personas…Soy testigo.
Desde la Fe podría decir:
“¿De qué le sirvió en ese momento salir de ese trance, si ahora vive de tal manera?”
Para muchos el Perdón traerá como consecuencia la sanación y quizás también la salvación. Otros en cambio seguirán buscando en “Misas de sanación”, un milagro que no es voluntad de Dios.
Todos estamos invitados a vivir la Voluntad de Dios que nos hace Felices y no buscar nuestro propio contento, que es frágil y limitado, también en el tiempo. De esto se trata la madurez espiritual que no deja de ser a la vez, un gran bien para nuestra salud integral.
Evangelizaríamos mejor, si en nuestros grupos, acompañáramos este proceso de sanación, no alimentando una mentalidad mágica, donde Dios le hace caso al hombre, sino mas bien, viendo en la necesidad de los hermanos que se acercan, una oportunidad para favorecer un “maduro encuentro con Jesucristo”, del cual puede, si es voluntad de Dios, derivar una sanación física, pero donde esta no sea la meta, sino más bien una consecuencia deseable, aunque no necesaria para caminar hacia la unión con Dios y permanecer en el aquí y ahora injertados en Cristo, por ejemplo, a través de una experiencia de vida comunitaria concreta.
La buena salud debe ser un bien deseable, pero no visto como necesario para la Felicidad. El cristianismo, mediante el anuncio del Kerigma, tiene suficiente fuerza para que así sea visto y vivido.
Padre Miguel Elias Alderete Garrido
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